Localización.

“Teatro popular La Vaquera de la Finojosa”

Hinojosa del Duque se encuentra situada al noroeste de la provincia de Córdoba, a 94 km. de la capital, con una extensión de 527,7 kilómetros cuadrados y una altitud de 547 metros sobre el nivel del mar. El número de habitantes es de 6.707, cuyo gentilicio es el de hinojoseños.

La localidad forma parte de la comarca de Los Pedroches, una de las tres comarcas en las que se divide la Sierra Morena cordobesa. Situada en el sector occidental de Los Pedroches, se define como una zona eminentemente agrícola, con escasas precipitaciones, buenos suelos y dehesas muy aclaradas. Este municipio participa de todas y cada una de las características que definen la comarca y que le confieren una identidad propia.

Los Pedroches se presentan como una comarca natural perfectamente definida, limitada por Extremadura y Castilla-La Mancha, que desde
la antigüedad sirvió de paso natural entre Andalucía y la Meseta, por ser el camino más directo entre Córdoba y Toledo; y así se mantendrá
hasta que, en el siglo XVIII, con la colonización de Sierra Morena, se afiance el paso de Despeñaperros. Esta situación ha posibilitado la aparición de unos rasgos característicos que son fruto de la amalgama de esas distintas influencias, que la han convertido en depositaria de unos rasgos originarios que la diferencian del resto de comarcas andaluzas. El clima puede clasificarse como Mediterráneo, con fuertes rasgos de continentalidad.

1.1 Localización de la representación teatral.

La fachada de la iglesia de San Juan Bautista, popularmente conocida como Catedral de la Sierra, situada en la plaza del mismo nombre, en la localidad cordobesa de Hinojosa del Duque, es el telón de fondo para la puesta en escena de la obra “La Vaquera de la Finojosa”, del dramaturgo cordobés Francisco Benítez, así como el texto del gaditano Luis de Equilaz.

La Plaza de la Catedral se transforma en un inusual escenario, vivo y ensoñador, en el que casi doscientos habitantes, dan vida a la obra. Todo ello escenificado en un impresionante marco de granito, la iglesia de San Juan Bautista, que constituye el edificio más monumental del norte de Córdoba, y que fue declarado Monumento Histórico Artístico de carácter Nacional el 5 de febrero de 1981.

Comenzado en estilo gótico, su construcción se prolongó durante todo el S. XVI, presentando los dos estilos propios del Renacimiento:
el Plateresco y el Romano. Ambos estilos son obra de los Hernán Ruiz (“el Viejo” y “el Mozo”), que modelaron sus proyectos con la piedra natural de nuestra tierra, el granito, levantando monumentos que constituyen auténticos legados arquitectónicos, cargados de valor simbólico y artístico, que lucen como verdaderas joyas de eterno granito.

No existe un escenario más apropiado y natural para representar la obra, ya que el entorno monumental del enclave, como lujoso telón de piedra, supone redondear el esfuerzo de los vecinos a la hora de poner en escena este Retablo Popular.

La torre, esbelta y majestuosa está compuesta de un primer cuerpo gótico, sobre el que se eleva el campanario y la torre renacentista. Se concluyó, en su parte principal, finalizando el siglo XVI. Es un magnífico precedente arquitectónico, ignorado hasta ahora, de la torre de la Mezquita-Catedral de Córdoba, construida años después por Hernán Ruiz III.